domingo, 26 de octubre de 2008

The Raveonettes - Lust, Lust, Lust

Escuchar a The Raveonettes es como escuchar al hijo bastardo de Ronnie Spektor y Jesus & Mary Chain. El sonido de Sune Rose Wagner y Sharin Foo le pide prestado tanto a las guitarras y los beats propios del sonido de los '60 como al muro de sonido y al reverb infernal de finales de los 80 y principios de los 90, y esta combinación se hace mas notoria en su cuarto álbum, Lust, Lust, Lust, lanzado este año.

Desde sus comienzos, la banda ha sido bastante directa a la hora de dejar ver a quienes han influido en su sonido, a fin de cuentas, en su anterior álbum Pretty in Black, colaboró nada mas y nada menos que Ronnie Spektor, y fue producido por Richard Gottherer, responsable de canciones como I Want Candy. A pesar de ello, este álbum evoca un feel distinto a sus anteriores trabajos. Producido enteramente por Sune Rose Wagner, se inclina mas hacia el muro de sonido y al reverb que al feel sesentero, con lo que este es, hasta el momento, su álbum mas minimalista; un minimalismo que viene dado por la sensación que deja el sonido del álbum en quien lo escucha, con el valor agregado del trabajo vocal tanto de Wagner como de Foo, aunque no son precisamente vocales susurradas, si se pierden un poco dentro del muro de sonido de las guitarras, haciendo que el sonido de este álbum se asocie mas con el Shoegazer que con cualquier otra cosa, como lo muestran canciones como Expelled from Love, Aly, Walk With Me con el brutal muro de sonido que construye hacia el final de la canción. Por otra parte, la batería en canciones como la apropiadamente llamada Lust parece sampleada del mismísimo PsychoCandy, lo cual no debe tomarse como algo negativo, sino como un testimonio mas del sonido y las influencias que inspiran este álbum.

Por otro lado, canciones como Sad Transmission, Blitzed o You Want The Candy (Un titulo bastante irónico si me lo preguntan) nos demuestran que Wagner y Foo no han olvidado de donde vienen: Canciones con armonías que recuerdan a los buenos días del surf rock e invitan a intensivas sesiones de rockanroleo.

Contrario a otras ocasiones, este album no es un buen punto de inicio para conocer a este dúo Danés, es mucho mas recomendable familiarizarse con sus anteriores álbumes antes de llegar a Lust, Lust, Lust, sin embargo eso no debe interpretarse como una falta de méritos del álbum, no por nada lo considero uno de los mejores álbumes de esta década, y es altamente recomendado para aquellos a quienes nos gusta el shoegaze.