martes, 11 de noviembre de 2008

Babasónicos - Mucho

Cuando pienso en Babásonicos, por alguna razón mi cabeza me lleva a 1994-96, época de presidentes de moral reprochable, bajísima gobernabilidad y elefantes en la plaza de Bolívar... También fue la época de mi torpe preadolescencia (Que difiere de mi torpe POST-Adolescencia), y en la que la mayoría de adolescentes que conocía por ese entonces (Es decir, mi hermano y mis primos) estaban configurando sus gustos musicales, entre los cuales se encontraba la inclinación de mi prima por el sonido del sur del continente, que incluía a Adrián 'Dárgelos' Rodriguez Et. Al, si la memoria no me falla (Aunque ahora diga que el tipo es feo como un insulto, que es cierto), sin embargo ya no estamos en la década en la que los quemadores de CD eran un lujo y una conexión de internet de 56K era súper rápida, sino en la época de los quemadores de DVD y las conexiones de 1024K, y hemos pasado de Babasónica, Dopádromo y Trance Zomba a Mucho, el álbum que nos ocupa en esta ocasión.

La impresión inicial que deja Mucho es la confirmación de la teoría que desde su álbum de 2003 InFame ha habido un cambio en el sónido del grupo argentino, marcado sin duda alguna por la salida de DJ Peggyn hacia el final de la década de los 90 y que hizo que la banda se concentrara en un sonido mas inclinado al rock que a la electrónica (o por lo menos a la combinación con la misma); El sonido de Mucho es un sonido lleno de guitarras que aunque elegantes, no tienen miedo de ponerse pesadas como ocurre en Estoy Rabioso o Cuello Rojo, canciones que son puro Rock & Roll, descaradas y que hacen que el publico se mueva sin orden ni concierto, al mismo tiempo que El Ídolo tiene un curioso dejo country y que me recuerda a Una Muchacha Y Una Guitarra del inmortal Sandro de América. Es un sonido que resalta ese aire de 'Elegante decadencia' que acompaña a la banda desde InFame, una voz que aunque tiene un aire de copas de Champaña tomada en partidos de Polo, y que son servidas por chicuelas que solo usan hotpants y sombreros fedora de ala corta, no tiene miedo en mostrar un grado de percibida vulnerabilidad, como ocurre en Pijamas ('Por única vez, te pido que entiendas que este no es un cuento que lo invento yo') o en
Como Eran Las Cosas ('Creo que es momento para otra bomba de humo y batirme en retirada' (...) 'Quizás fue en la mañana en la que vendados los dos descubrimos como eran las cosas' (...) 'Entonces deshaz el hechizo que me obliga a arrastrarme entre Guinea y tus sábanas'). A la vez que MicroDancing es la prueba que las costumbres viejas tardan en morir, en sus 3 minutos y 25 segundos es IMPOSIBLE no moverse con movimientos que son descendientes directos del padre de todos los bailes: el baile del Robot, y que aunque en su sonido desentona un poco con el aire general del álbum, es una canción tan pegajosa que realmente se les perdona ese yerro.

Con un sonido agalludo, elegante y decadente, Mucho pelea uno de los puestos en la lista de mejores álbumes del año, altamente recomendado y disfrutable (aunque bastante corto para mi gusto, y me quedé con ganas de mas).

En otras noticias, algunas de las fotos que tomé en Rock al Parque están disponibles en mi galería de Flickr (ya saben... el link que dice 'Flickr Gallery') así mismo, algunas de esas fotos están disponibles en el grupo del evento, fotos altamente recomendadas.

Y ya, hablamos luego, cuidense.